viernes, 9 de diciembre de 2011

Se descubre vacuna para la ceguera, el problema: produce sordera

   El eximio doctor Vladimir Von Vunvunovic, descubridor de la vacuna contra la lepra y la tiña, ha hecho un descubrimiento que revolucionará el mundo médico: creó la vacuna contra la ceguera. Pero el excelso doctor no tenía en sus planes un fuerte efecto secundario, y es que quien se vacune contra la ceguera vuelve a ver, pero, queda sordo. 

  

Todo comenzó el año pasado, justo antes de que el doctor Von Vunvunovic recibiera el Premio Nobel de Ciencia por descubrir la cura para la lepra y la tiña.
   Después de estos magníficos descubrimientos se dio cuenta de que nada era imposible y se puso la meta de encontrar una cura contra la ceguera. La idea surgió porque la esposa de Von Vunvunovic quedó ciega tras un trágico accidente automovilístico, lo que afectó fuertemente al científico.
   Luego de muchos estudios y análisis, el doctor se enclaustró en su laboratorio que está ubicado en un bosque al norte de su país, Polonia, y comenzó su arduo trabajo. Trabajó sólo con dos ayudantes durante un período que duró cerca de un año. Pero el tiempo no importó pues su fructuoso trabajo fue un éxito, había descubierto la cura para la ceguera.
   Dichoso por su descubrimiento, usó a su esposa para probar la cura. Su esposa, al escuchar lo que había descubierto, no lo podía creer y sólo quería que le inyectaran la cura para así ver de nuevo el atardecer junto a su marido. Luego de patentar la cura, el doctor, seguido por periodistas y fotógrafos, inyectó la cura a su esposa frente a las autoridades locales y los medios. Todos miraban ansiosos y expectantes.
   El efecto fue casi inmediato; la esposa se levantó y corrió a los brazos de su marido, y éste lloraba de alegría. El doctor era ovacionado mientras abrazaba a su esposa y, fue ahí, cuando se percató de que su esposa no escuchaba absolutamente nada. Entonces, detuvo la ovación y comenzó a examinar a su esposa; ella también notó que no escuchaba nada y comenzó a llorar. La multitud no sabía qué pasaba, fue entonces cuando el doctor se paró frente al micrófono y dijo lo sucedido: la cura contra la ceguera produce sordera. Las caras de todos eran iguales, todos impactados y tristes por la pobre esposa. Después de un rato, se fueron, quedó el doctor con su esposa, solos.
   Actualmente el doctor trabaja en una cura para la sordera de su esposa e investiga qué falló de su experimento pasado. Sin perder la fe, perseverando en su meta, el doctor afirmó que trabajará en la cura para la sordera, pero antes, dijo, trabajará en una cura para la muerte, para tener tiempo suficiente para curar a su esposa y disfrutar de ella hasta el final de sus días.

Suicida es condenado a seguir viviendo

   Fue atrapado in fraganti, casi con la soga al cuello, el casi suicida Casimiro Morterio en  el subterráneo de su hogar, en Quilicura. El tribunal determinó su condena: seguir viviendo
  


El jueves pasado, Casimiro Morterio fue al supermercado a comprar una soga, cosa que llamó la atención al vendedor, “me preguntó qué soga le recomendaría si yo me quisiera matar. Deduje de inmediato que se trataba de un suicida”, dice el vendedor.
  Tras comprar la soga, ya llegando a su hogar, sus vecinos que lo vieron cuentan que notaron una forma de actuar extraña, “cuando lo vi entrar con una lápida que decía: aquí yace Casimiro Morterio, me pareció extraño, luego entró la soga y ahí fue cuando le dije a mi señora: gorda, el vecino se va a suicidar, en ese momento ella llamó a carabineros”, cuenta el vecino, Pedro Cahuín.
   Todos quienes lo habían visto coincidían en que nadie tiene que suicidarse, pues es injusto, “todos detestamos la vida y el hecho de que uno  se suicide para favorecerse a sí mismo es un hecho injusto y muy mal visto, muy egocéntrico de su parte. Todos quisiéramos suicidarnos, pero tenemos que cumplir nuestros deberes, cumplir responsablemente con la vida que cada uno tiene, la cosa no se debe arreglar tan fácil, no puede uno andar suicidándose por aquí o por allá, nadie se puede dar ese lujo”.
   Es un hecho insólito y por lo mismo, Casimiro, fue condenado con lo peor que se le puede decir a un imputado: fue condenado a seguir viviendo. Esta sentencia afecto fuertemente a Casimiro, pues ahora tendrá que seguir viviendo hasta quizás quién sabe cuándo.
   Algunas personas creen que la sentencia es muy exagerada, muy cruel aun estando de acuerdo en que lo que hizo Casimiro es algo que a nadie le parece justo, “es que seguir viviendo es muy difícil, yo le daría dos años y un día de vida, para que sufra en ese tiempo, pero seguir viviendo, Dios mío, es una brutalidad”, son las palabras de las personas.
   También quisieron opinar los que están en las cárceles, por diversos motivos, hay varios casi suicidas, “nosotros estamos condenados por un tiempo a seguir viviendo, ya nos matarán, y eso es bueno, pero este pobre muchacho me da una pena tremenda, ¡Seguir viviendo! Es un castigo horrible, ni en la edad media había semejante tipo de tortura”, dijo Malulo Malandra, que lleva veinte años en la cárcel.
   Aun con la opinión de toda la gente, el juez no se arrepiente de haber tomado esa decisión y amenazó públicamente a todos los que se atrevan a hacer lo mismo, “todo intento de suicidio será castigado con la pena de una vida eterna”, dijo el Juez Francisco Javier Echeburruaga Jones.
   ¿Será justo todo este castigo? No hay nada que hacer, la sentencia ya está y Casimiro Morterio tendrá que seguir viviendo. C’est la vie.