viernes, 9 de diciembre de 2011

Suicida es condenado a seguir viviendo

   Fue atrapado in fraganti, casi con la soga al cuello, el casi suicida Casimiro Morterio en  el subterráneo de su hogar, en Quilicura. El tribunal determinó su condena: seguir viviendo
  


El jueves pasado, Casimiro Morterio fue al supermercado a comprar una soga, cosa que llamó la atención al vendedor, “me preguntó qué soga le recomendaría si yo me quisiera matar. Deduje de inmediato que se trataba de un suicida”, dice el vendedor.
  Tras comprar la soga, ya llegando a su hogar, sus vecinos que lo vieron cuentan que notaron una forma de actuar extraña, “cuando lo vi entrar con una lápida que decía: aquí yace Casimiro Morterio, me pareció extraño, luego entró la soga y ahí fue cuando le dije a mi señora: gorda, el vecino se va a suicidar, en ese momento ella llamó a carabineros”, cuenta el vecino, Pedro Cahuín.
   Todos quienes lo habían visto coincidían en que nadie tiene que suicidarse, pues es injusto, “todos detestamos la vida y el hecho de que uno  se suicide para favorecerse a sí mismo es un hecho injusto y muy mal visto, muy egocéntrico de su parte. Todos quisiéramos suicidarnos, pero tenemos que cumplir nuestros deberes, cumplir responsablemente con la vida que cada uno tiene, la cosa no se debe arreglar tan fácil, no puede uno andar suicidándose por aquí o por allá, nadie se puede dar ese lujo”.
   Es un hecho insólito y por lo mismo, Casimiro, fue condenado con lo peor que se le puede decir a un imputado: fue condenado a seguir viviendo. Esta sentencia afecto fuertemente a Casimiro, pues ahora tendrá que seguir viviendo hasta quizás quién sabe cuándo.
   Algunas personas creen que la sentencia es muy exagerada, muy cruel aun estando de acuerdo en que lo que hizo Casimiro es algo que a nadie le parece justo, “es que seguir viviendo es muy difícil, yo le daría dos años y un día de vida, para que sufra en ese tiempo, pero seguir viviendo, Dios mío, es una brutalidad”, son las palabras de las personas.
   También quisieron opinar los que están en las cárceles, por diversos motivos, hay varios casi suicidas, “nosotros estamos condenados por un tiempo a seguir viviendo, ya nos matarán, y eso es bueno, pero este pobre muchacho me da una pena tremenda, ¡Seguir viviendo! Es un castigo horrible, ni en la edad media había semejante tipo de tortura”, dijo Malulo Malandra, que lleva veinte años en la cárcel.
   Aun con la opinión de toda la gente, el juez no se arrepiente de haber tomado esa decisión y amenazó públicamente a todos los que se atrevan a hacer lo mismo, “todo intento de suicidio será castigado con la pena de una vida eterna”, dijo el Juez Francisco Javier Echeburruaga Jones.
   ¿Será justo todo este castigo? No hay nada que hacer, la sentencia ya está y Casimiro Morterio tendrá que seguir viviendo. C’est la vie. 

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